¿Es siempre seguro tomar suplementos nutricionales?

Parte de la razón por la que se cree que las verduras y las frutas son tan buenas para nosotros, tal vez la razón principal, es que contienen antioxidantes importantes. Nuestro cuerpo necesita un suministro adecuado de antioxidantes para limitar la acumulación de compuestos llamados especies reactivas de oxígeno (ERO) que se producen normalmente como un subproducto de la producción de energía celular. Estos también se acumulan cuando estamos expuestos a toxinas como el humo del tabaco y la radiación. Cuando existe una cantidad excesiva de ERO, se dice que existe un estado de estrés oxidativo, una enfermedad relacionada con el desarrollo de numerosos problemas de salud. Tiene sentido, entonces, que añadir más antioxidantes a nuestro sistema ayuda a disminuir la probabilidad de que se produzca estrés oxidativo y, por lo tanto, ayuda a prevenir la enfermedad.

Comer entre 5 y 9 porciones de frutas y verduras cada día como se recomienda, en general, puede ser difícil. En la superficie, parece mucho más fácil y más eficiente tomar altas dosis de antioxidantes que se encuentran en forma de suplemento.
El pensamiento lineal es reconfortante. Un gran número de estudios sugieren que existe una amplia gama de beneficios en los suplementos de antioxidantes. Pero a menudo, el cuerpo humano no se comporta de forma lineal y pueden ocurrir consecuencias no intencionadas de lo que asumimos que son hábitos saludables.

En los últimos años, una serie de inquietantes estudios han sugerido que dosis altas de suplementos de antioxidantes pueden tener un lado oscuro en circunstancias específicas. Por ejemplo, algunos estudios indican que la suplementación de altas dosis de beta caroteno, un tipo de provitamina A, aumenta el riesgo de cáncer en las personas que fuman.
Las palabras clave son “altas dosis”. Esto es algo que puede llegar a evitarse mediante los controles de salud pertinentes, y evitando la automedicación.